Los huesos en el cuerpo crean el esqueleto que a su vez también le conocemos como el sistema óseo del ser humano, una estructura rígida y fuerte que soporta el cuerpo, da sustento a los músculos y, además, protege y cuida a los órganos vitales (el encéfalo que se encuentra en el cráneo, el corazón y los pulmones están resguardados por la caja torácica).
A continuación, explicaremos un poco más de la composición del sistema óseo humano.
La médula ósea
Los huesos del cuerpo no solo sirven o tienen la función de sostener las partes blandas y facilitar sus movimientos. En su interior, los huesos poseen un tejido denominado medula ósea.
Las células que la componen tienen la función de fabricar, junto con el bazo y los ganglios linfáticos, los glóbulos rojos.
El organismo posee entre 3.000 y 4.000 cm cúbicos de médula ósea. La parte productora de glóbulos es la médula roja ósea, que representa unos 1.500 cm cúbicos.
La médula ósea fabrica a diario 250.000 millones de plaquetas y 500.000 millones de glóbulos rojos y 15.000 millones de glóbulos blancos.
Columna vertebral
El conjunto de los huesos del esqueleto se dispone alrededor de la columna vertebral, formada por 24 huesos llamados vértebras, que protegen la médula espinal.
Las vértebras están unidas entre sí por unos discos planos y elásticos de cartílago: son los llamados discos intervertebrales. En la parte de arriba, la columna vertebral tiene un apoyo para el cráneo. En la parte del medio de la columna vertebral se crean las costillas, y da inicio a la caja torácica.
Los golpes bruscos en la espalda, en la cintura o en el cuello, así como malos movimientos, pueden dañar la columna vertebral. Éstas se pueden fracturar, como sucede con la mayoría de los huesos del esqueleto.
Fracturas
Los huesos, aunque no lo parezca, están formados por un tejido vivo, que se renueva constantemente, con células especializadas en reabsorber el tejido óseo viejo y otras encargadas de producir tejido óseo nuevo.
En conclusión, cuando un hueso se fractura, basta con que los extremos se pongan en contacto para que ambos tipos de células se pongan en acción: unas eliminarán el tejido dañado y otras fabricarán tejido nuevo, creando una especia de “cicatriz” que suelde las partes rotas.