Debemos aprender primero que los huesos protegen el cuerpo humano, en los animales vertebrados y el hombre, el sistema óseo se encarga de sostener todo su organismo.
A continuación, explicaremos un poco más del esqueleto humano.
Los huesos
Cuando observamos un hueso, podríamos pensar que se trata de algo inanimado, pero dentro del organismo los huesos crecen y se renuevan en forma constante; además, una función muy importante cumplida por los huesos es la de formar glóbulos rojos y almacenar calcio y fósforo.
El aspecto de los huesos es muy variado, pero mayormente se les clasifica en largos, cortos y planos. Son huesos largos los del brazo y la pierna; los cortos los del pie, las manos; y planos los que se hayan en la cabeza.
Al ver nuestro propio cuerpo nos podemos dar cuenta por ejemplo que nuestro brazo derecho es más grande que nuestra mano derecha, todo esto se debe a la formación de nuestros huesos.
Organización del esqueleto humano
Los huesos que crean el esqueleto humano están estructurados en dos grupos conocidos como: esqueleto axial y esqueleto apendicular.
El esqueleto axial: está compuesto por los huesos que se ubican en la cabeza, el esternón, las costillas, la columna vertebral. En este esqueleto vemos a: el coxal o ilíaco, las costillas, la columna vertebral, el occipital y las parietales.
El esqueleto apendicular: está constituido por los huesos de las extremidades tanto las superiores como las extremidades inferiores que se unen o conectan al esqueleto axial. Aquí se hayan huesos como: el peroné, el fémur, los huesos de la mano, los huesos del pie, entre otros.
Huesos del cráneo
El cráneo posee distintos huesos que son de suma importancia como lo son: el frontal, el parietal, el occipital, el temporal, el molar, el maxilar inferior, el maxilar superior y los esfenoides.
En conclusión, debemos saber bien la ubicación de nuestros huesos en el esqueleto humano para más adelante cuidarles y protegerlos.